Prada A Tope - Palacio de Canedo - Canedo, León

Sofia F.

El Palacio de Canedo es un lugar con mucho encanto, absolutamente digno de visitar. Tanto el restaurante como la tienda y la cafetería destacan por la excelencia de lo que sirve.

Sin embargo, la experiencia en la cafetería se vio empañada por el servicio. Los camareros fueron lentos, cometieron varios errores con los pedidos y mostraron una actitud poco agradable. Esto desentona con el nivel general del lugar, que por lo demás es de 10.

A lo mejor fue un caso o día excepcional y no siempre es así, pero mi última experiencia ha sido así.

marta D. L. F. S.

Estuvimos visitándolo y comiendo en el restaurante. Tanto el entorno como la entrada del palacio, vistas a los viñedos, tienda, bar… son muy bonitas.
Como eran Navidad había un árbol muy original. De noche está muy iluminado. La comida estupenda y abundante, con una carta amplia.
Merece la pena la visita

Miguel E.

Es una película de navidad americana. Espectacular las luces, el árbol, el palacio. Un cuidado espectacular y unos empleados admirables, atentos y disponibles. 4 veces hemos venido desde Madrid, este año sólo para ver las luces. Dormir en sus habitaciones es un lujo. Mi próxima visita será con mi futura nieta. Será maravilloso!!!

J. O.

Un lugar espectacular, desde la entrada, hasta el último de los rincones.
Productos de calidad, y detalles bien cuidados.
Precios, por supuesto que más caros que en un lugar cualquiera. El lugar y el entorno tienen un coste con el cual estoy dispuesto a colaborar con mis consumiciones.
No puedo opinar sobre las habitaciones, porque no nos alojamos allí.
El hecho de que Prada se acercase a nuestra mesa, y nos concediera unos minutos es plus a la ya de por sí placentera visita.
Para los que somos de aquella zona, aunque vivamos fuera, como es mi caso, Prada es una leyenda viva, una persona digna de admiración, que ha conseguido lo que para cualquier sería un sueño, con su habilidad y buen hacer.
A propósito de esto último, nuestra hija pequeña estaba de mal humor, y le contestó mal, a lo cual el hábilmente contestó con una broma y desvió el asunto.
Algún camarero algo despistado, pero en fin, encontrar buenos profesionales no es fácil, y no fue nada digno de queja, es un lugar al que lo normal es ir sin prisas.
Para mí el lugar es de 10.

Monica A. D. L. V.

Horrible.
Solo puedo hablar del restaurante.
El sitio es muy bonito. La atención ya dejó que desear al haber 4 mesas libres y obligarnos a sentarnos a continuación de la ocupada por otros clientes.
Queríamos una cerveza/vino con un par de raciones. A mi parecer caro, pero entendí que las vistas y sitio lo merecían.
La peor tortilla de bacalao que me he comido, pimientos asados de sabor muy bueno con toques del horno de leña pero duros duros. Lacón? Una especie de embutido tipo cabecero, hecho con trozos seco y salado.
Lo único bueno, el pan.
Decepción absoluta

Noelia P. R.

Su propio nombre lo indica. A tope.
No he pisado sitio igual o parecido a este.
Un sitio precioso, ahora en Navidad más si cabe.
Habitaciones, servicio, comida de 10.
100% recomendable.
Cenamos allí y el dueño amable y súper cercano.

Roberto S.

El Palacio de Canedo merece una estancia, con una comida y desayuno, al menos. El encanto de las estancias y las zonas comunes es superior. Los detalles predominan en todos los lugares del alojamiento, restaurantes y tienda. Merece la pena hacer alguno de los tours que ofrecen para entender muchos de los detalles y de la historia del lugar, aunque también de su protagonista, que es el alma de todo. En las comidas, siempre apareció y departió un rato con conversaciones naturales. Los alimentos servidos fueron de calidad y generosos de cantidad. Reseñando especialmente las vieiras con pulpo y garbanzos, que tenían un sabor excepcional. La habitación era confortable y cálida, y el servicio, amable. Una visita muy recomendable.

Ferreus I.

Comida tradicional, muy bien elaborada.
En general, ya que he estado en numerosas ocasiones, buen servicio, con personal bastante atento.
Precio, tirando a elevado.
La visita guiada a las bodega y a los viñedos es fantástica.
La fiesta del vino 🍷 nuevo tiene su gracia.
Las habitaciones, para mí gusto, un poco recargadas en cuanto a su "encanto rústico".