Restaurante Casa Xulia - O Carballiño, Province of Ourense

Aritz Sodupe

Nos trataron de maravilla. Acudimos con nuestros dos perros y comimos en la terraza fenomenalmente bien, churrasco a 20€ por persona, exquisito, en su punto de brasa. Acompañaron con pimientos de la casa, ensalada y patatas caseras. Muy recomendable. Pago solamente en efectivo.

Odilo Rial

Lugar de carácter “auténtico “, sin muchas pretensiones gastronómica, muy lejos de la cocina de autor y muy cerca de la cívica autóctona que ahora conocemos como Km 0, en mi modesta opinión el mejor lugar de la En En mi opinión, de la Galicia que conozco es el mejor lugar para comer unas anguilas al estilo de Ourense, pequeñas, fritas, exquisitas… también el churrasco es recomendable si te gusta el de ternera , no trabajan el churrasco de cerdo -salvo que insistas mucho- cosas de José… que es quien capitanea el barco con mano de hierro pero con una gracia solo posible de encontrar No Ribeiro.

Luis Rodriguez

Cantidad de comida suficiente, buena calidad de la misma y buen trato por parte del personal, propietarios del negocio.
Precios muy competitivos a mi entender.
Edificio elevado sobre el nivel de la carretera con la que linda frontalmente
Amplio y gratuito aparcamiento en parcela de su propiedad justo al lado del restaurante, de unos 1.500 M2
El negocio debe de tener unos quince años, sobre el que existe una vivienda de dos plantas. Combina piedra con madera que deja un resultado espectacular.
Altura de tres metros en la planta baja, con techo de madera.
Varias terrazas, exteriores y cubiertas y con acceso directo al aparcamiento y a una finca posterior para estirar las piernas
Fue mi primera visita, pero no será la última, aunque resido a 180 km
Lo recomiendo.

Manuel Cristimil

Una mala experiencia, la comida escasa (nos trajo 2 veces dos trozos de carne y medio criollo para cada uno, y nos dijo “arreglarse”) el trato desagradable, y aun por encima 36€ por dos personas sin postre ni cafe. No se lo recomiendo a nadie.

Pablo F. Arias

Buen sitio para tomar churrasco, recomendable

gonzalo bernardez

No hay nada peor que parar a tomar un ribeiro después de pedalear por el monte y ni una aceituna te ponga con el vino.
Hay que mejorar esos detalles,el cliente tiene que quedarse con las ganas de volver y no lo contrario.

susana presas

Paramos para comer y nos sirvieron por fascículos, con lo cual ya ni ganas de comer de tanto esperar. La carne bastante buena aunque algo grasienta. Poca comida, son unos lágrimas.
No creo que volvamos.

Daniel otero ambroa

Sin más.

He ido un par de veces, a tomar algo la primera y a cenar la segunda.

El sitio es amplio y cálido, muy rústico. Aunque esté abierto todo el día, la cocina abre a partir de las 20:00.

La vez que fuimos a cenar no nos pusieron ni unas tristes aceitunas. Algo que supuestamente es cortesía, pero que siempre se ve reflejado de forma indirecta en el precio final.

El día que fuimos a cenar pedimos churrasco y todo eran cortes de (aparentemente) falda con muchísimo tocino, bastante grasienta, ninguna costilla.
No parecían contar con chorizo ni criollo en su oferta.
Te van trayendo cortes poco a poco según vas comiendo, comes cuánto quieras de carne. Pero lo dicho, solo falda. Las patatas y ensalada eran algo justas para 2.

Las croquetas estaban ricas.

El precio del churrasco es de 17.50 por persona, incluye bebida, postre o café y pan. Está bastante ajustado, pero me desencantó que los cortes no fuesen algo más magros, y que no hubiera costilla.
Las croquetas fueron 7 euros unas 6 o 7 unidades.

La filloa y el flan de huevo eran caseros.

La atención fue correcta y el servicio ágil, aunque tampoco había demasiados comensales.

El café descafeinado que me sirvieron traía toda la borra en el fondo. No sé si es que se despistaron con la máquina, me echaron un sobre directamente sin avisar o me quisieron ahogar, pero me fui de allí tosiendo como un condenado con toda la garganta y boca llenas de borra, rojo como un tomate y con los ojos completamente llorosos.

No admiten pagos con tarjeta. Lo pone en un cartel encima de la caja registradora.

No me han quedado demasiadas ganas de volver, la verdad... Pero puede que le dé otra oportunidad.